Más Culturas





La más elemental definición de cultura señala que si un grupo de personas tiene una lengua propia, entonces también tiene su propia cultura. Las visiones individuales de las personas sordas reflejan creencias colectivas de su grupo, comparten normas, creencias, valores y prácticas basadas en cientos de años de tradiciones.


Las Culturas Sordas son culturas colectivistas donde los individuos asumen y expresan la voz de la mayoría, velando por el bienestar de toda la comunidad, primando por sobre lo que el individuo preferiría decir. Las personas Sordas son diferentes porque tienen un modo de ver la vida diferente, piensan visualmente y desde las gramáticas de sus propias lenguas.


Las Lenguas de Señas pertenecen a la categoría de minorías lingüísticas, situación que fortalece aún más estos valores colectivistas. En general, las minorías lingüísticas suelen experimentar la supresión de sus lenguas y sus culturas lo que suele ejecutarse a través de los sistemas educativos de la mayoría lingüística, en este caso el español oral y escrito.


Aún en nuestros, días la lengua de señas no es reconocida ni valorada como lengua natural y como el medio más efectivo de asegurar, tanto el desarrollo integral como la participación ciudadana. Esto se debe, en parte, a la fuerza que han tenido modelos clínicos (dentro de una cultura oyente dominante) que señalan a las personas sordas como portadoras de una patología, como personas “deficientes” que deben ser “corregidas” y “rehabilitadas”.

Con esto se les niega la posibilidad de participar y tomar decisiones en ámbitos de diversa índole, en especial en temas relacionados con su propia educación y formas de comunicación, y se ignora que constituyen una comunidad lingüística-cultural diferente y valiosa.